El caballero de la armadura oxidada es un libro de
auto-ayuda, que permite al lector identificarse con el personaje, en este caso,
un caballero que creía que era bueno, generoso y amoroso, sin embargo, se dejó
cegar por sus acciones y descuidó lo que era más importante: su familia. En su
desesperación por encontrar una solución recurrió a Merlín, quien le ayudó a
comprender que para poder lograr su cometido debía de aprender ciertas cosas,
al final del libro uno termina la lectura con una enseñanza que nos permite
auto-analizar nuestra vida y así poder hacer los cambios necesarios para poder
llevar una vida llena de gozo y satisfacción.
Para poder analizar correctamente este libro repasé el
objetivo de la lectura y me preparé para poder sacarle provecho a esta.
Posteriormente me adentré en la lectura del libro y mientras leía me iba
imaginando los sucesos por los que iba pasando el caballero e imaginándome y
reflexionando en qué condiciones o circunstancias me podría estar sucediendo lo
mismo que a él. Por ejemplo, cuando en el libro se habla del momento en el que
el caballero lloró por su hijo, me puse a pensar que hay ocasiones en las que
no vemos qué tan importante es alguna persona en nuestra vida hasta que la
hemos perdido o nos hallamos en circunstancias difíciles de manejar.
Durante el desarrollo de este reporte estaré analizando
algunos aspectos relativos a la lectura y que pueden ser de mucha ayuda.
“Hace ya mucho tiempo, en una tierra muy lejana, vivía un
caballero que pensaba que era bueno, generoso y amoroso.” Así empieza la
lectura del libro en el que se habla la historia de un caballero que era famoso
por su armadura, tanto es así que este se llegó a enamorar de la misma y no
había momento en el que no estuviera preparado para algún enfrentamiento. Comía
con ella, dormía con ella y llegó el tiempo en el que su familia llegó a
olvidar cómo era su aspecto. Para él su armadura la debía de tener siempre
puesta para estar preparado y montar en su caballo y partir en cualquier
dirección. Sin embargo, llegó el momento en el que la esposa decidió ponerle
fin a esta situación y sentenció al caballero con huir de su casa si no se
quitaba la armadura. El caballero, desesperado, fue a buscar ayuda para
quitarse la armadura pero no hubo nadie que le pudiera ayudar, así que fue a
buscar al mago Merlín. Ya con él, Merlín lo cuidó por algún tiempo para que
pudiera recuperar las fuerzas y emprender el camino por el sendero de la
verdad, en el que al final, iba a poder despojarse de su armadura por completo
e iba a poder reunirse con su esposa e hijo. Para poder cruzar el sendero de la
verdad debía atravesar varios obstáculos (tras castillos) en los cuales no se
iba a enfrentar a problemas comunes, sino que iban a ser muy diferentes a los
que él conocía. Primeramente debía atravesar el Castillo del Silencio,
posteriormente el Castillo del Conocimiento y al final el Castillo de la Voluntad
y la Osadía.
Durante la lectura se muestra cómo es que todos luchamos
con nuestra propia armadura (simbólicamente hablando). ¿Qué representa? Como
dice el libro: “Son barreras para protegernos de quienes creemos que somos.
Luego un día quedamos atrapados tras las barreras y ya no podemos salir”. En el
caso del caballero no comprendía cuál podría ser su barrera, sin embargo,
durante el camino por el sendero de la verdad fue comprendiendo lo que estaba
haciendo mal, en el Castillo del Silencio estuvo meditando por mucho tiempo en
silencio, se puso a escuchar el sonido del viento, de la lluvia, del sonido del
agua y llegó a la siguiente conclusión: “Una de las razones por las que había
decidido dejarse la armadura puesta todo el tiempo era porque así ahogaba la
triste voz de Julieta. Todo lo que tenía que hacer era bajar la visera y ya no
la oía. Julieta debía de haberse sentido muy sola hablando con un hombre
envuelto en acero…” Una vez afuera del castillo se dirigió con la paloma y la
ardilla al castillo del conocimiento, en el que cada vez que él reflexionaba en
sus acciones, se iba esclareciendo el castillo. Al final llegó a la siguiente
conclusión: “¡Había necesitado el amor de Julieta y Cristóbal porque no se
amaba a sí mismo! De hecho, había necesitado el amor de todas las damiselas que
había rescatado y de toda la gente por la que había luchado en las cruzadas
porque no se amaba así mismo. El caballero lloró aún más al darse cuenta de que
si no se amaba, no podía amar realmente a otros. Su necesidad de ellos se interpondría”.
El caballero había descubierto una gran verdad, sólo podía amar a los demás si
él se amaba a sí mismo. Gracias a que fue reflexionando, salió del Castillo y
se dirigió al Castillo del Valor y la Osadía, una vez en este castillo se
encontró con un dragó muy fuera de lo ordinario, algo que él nunca había
presenciado: era el Dragón del Miedo y la Duda. Para poder cruzar el castillo
el caballero tuvo que armarse de valor y repitió en su mente “El miedo y la
duda son ilusiones”. Cuando hubo pasado, el caballero se llenó de alegría y
aunque el final del sendero se veía muy empinado, no dejó que esto lo detuviera
y siguió con determinación. El último obstáculo que le faltaba era la Cima de
la Verdad. En esta cima había una inscripción que decía “Aunque este Universo
poseo, nada poseo, pues no puedo conocer lo desconocido si me aferro a lo
conocido”. El caballero comprendió que durante toda su vida se había aferrado a
las cosas conocidas: se había aferrado a su identidad, sus creencias y a sus
juicios. También estaba aferrado a la roca. El caballero llegó a la conclusión
de que la única manera de poder lograr su cometido era si se soltaba, estaba
débil, ensangrentado y cada vez le quedaban menos fuerzas, entonces se soltó.
Una vez que iba cayendo “contempló la vida con claridad, sin juzgar y sin
excusarse. En ese instante aceptó toda la responsabilidad por su vida, por la
influencia que la gente tenía sobre ella, y por los acontecimientos que le
habían dado forma. A partir de ese momento, fuera de sí mismo, nunca más
culparía a nada ni a nadie de todos los errores y desgracias. El conocimiento
de que él era la causa, no el efecto, le dio una nueva sensación de poder. Ya
no tenía miedo”.
El caballero salió victorioso y lloró de alegría. “Porque
ahora el caballero era el arroyo. Era la luna. Era el sol. Podía ser todas las
cosas a la vez, y más, porque era uno con el universo. Era amor”.
Los seres humanos en
ocasiones tenemos miedo de avanzar y por lo mismo nos quedamos estancados. Eso
es algo muy interesante, ya que en el caso del caballero, él no quería aceptar
su responsabilidad y por lo mismo su vida se convirtió en monótona y no era
feliz hasta que comprendió la fuente de sus errores e insatisfacción. De igual
manera nosotros debemos de auto-examinarnos y preguntarnos si hay algo que nos
esté frenando o que no nos permita gozar de una vida plena e influya en
nuestros familiares o amigos más cercanos.
Esta lectura se puede resumir en un caballero, que llevaba
puesta su propia “armadura” para esconder lo que realmente era y para no
enfrentarse a situaciones que lo evidenciaban, sin embargo, supo sobreponerse a
estas situaciones mediante un viaje que le permitió auto-examinarse y reconocer
sus errores para así cambiar su manera de ser y de pensar.
En lo personal, esta lectura me sirvió mucho para meditar
en algunas situaciones que me podrían estar impidiendo disfrutar correctamente
la vida. Por ejemplo: en el caso del caballero, se muestra que él no se había
sentado a escuchar los sonidos, a admirar y meditar en ciertas cosas que pudo
haber disfrutado. En mi caso me ha sucedido que no me agradan ciertos lugares y
no los disfruto en su cabalidad porque me dejo cegar por mi actitud o mi manera
de pensar, sin embargo, este libro me ayuda a aprender que debo de disfrutar el
momento en el lugar en el que me encuentre porque uno no sabe si esa será la
única ocasión que estaré ahí o si pasaré por alguna situación que me impida
hacerlo.
Yo lo que le recomiendo a las demás personas para que no se
pongan sus armaduras oxidadas es el de auto-examinarse y no temer al cambio o a
ser orgullosos a tal grado que no permitamos el reconocer nuestros errores o
nuestras faltas y avanzar, seguir adelante en la vida. Si lo hacemos así
podemos estar seguros de que gozaremos de una vida plena y llena de
satisfacción junto a nuestros seres amados por el resto de nuestra vida.
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